Todo comienza en el hogar, en el día a día. Desde siempre el hombre era el que salía a trabajar y traía el dinero a casa. Por el contrario, la mujer se quedaba en casa, aislándose de sus amistades, de sus aficciones... dejaba de pensar en ella y se dedicaba por completo a su familia.
El machismo es una actitud que se ejerce ante nuevos cambios, es decir, para cuidar el liderazgo y mantener los privilegios, que según algunos de ellos se merecen sólo por ser hombres.
La mujer es tratada como un ser inferior, no se tienen en cuenta sus sentimientos, sus sueños, deseos... y muchísimo menos sus opiniones. Tienen derechos hasta que el tenerlos no les importune a ellos, si no se acabó "el chollo", se hace lo que ellos dicen y punto.
Lo peor es que siguen criando a los niños con ciertos rasgos machistas y eso hace que no se acabe la desigualdad entre hombres y mujeres.
Pensamos que el machismo es "agua pasada" pero, ¿por qué aún hay personas que tienen ese pensamiento arcaico? Decimos lo del pensamiento arcaico porque este tipo de personas piensan como pensaban los griegos sobre las mujeres: que no servían para nada sino para limpiar, etc. Es ahí en donde empieza uno de los verdaderos problemas que derivan del machismo: el maltrato. El maltrato nunca se va acabar si nuestro pensamiento sigue igual y sigue transmitiéndose de generación en generación, ya no sólo expresando nuestros más horribles pensamientos a nuestros hijos, sino criándolos en un ámbito de maltrato, discusiones, etc, cuya única forma de solucionar un problema es agrediendo físicamente. Ahí es en donde empieza este cruel pensamiento que se irá repitiendo como un ciclo, cada vez más grande. La única forma posible para acabar con este pensamiento arcaico es empezando desde una buena educación para conseguir todos juntos un lugar en los que no haya abusos, maltratos ni discriminación. Así viviremos todos más unidos y felices porque lo más importante es tener una buena semilla para luego obtener un buen fruto.
Desgraciadamente, esta idea no sólo la transmiten personas, sino también empresas de publicidad que en innumerables ocasiones han utilizado, utilizan y desgraciadamente parece que seguirán utilizando el cuerpo de la mujer como reclamo publicitario. En ocasiones, se trata de imágenes violentas y vejatorias a la vista y en otras se fomenta la imagen de la mujer como mero objeto de deseo o señora de la limpieza. Claros ejemplos de ello los tenemos en estos anuncios:
Controvertido anuncio de Dolce & Gabbana.
Anuncio de notas Post It, que ellos mismos llamaron 'Para ligones con amnesia'.
Y este mismo lo encontramos de casualidad mirando otras cosas, ni siquiera tuvimos que buscar en Google 'anuncio sexista' ni nada referente al tema.
Lo peor es que esta postura cuesta la vida de muchas mujeres cada año. En nuestras conciencias quedará el ignorar el llanto de tantas mujeres que sufren y en nuestras manos está el poder cambiarlo.
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