p e r s o n a l i d a d

A estas alturas de la película, se supone que uno ya debería haber desarrollado su personalidad, tener algo que le diferencia de los demás y que le hace un poquito más especial. Pero lo cierto es que hay mucha gente que se preocupa por lo que lo demás pensaran si se sale de los márgenes. Al final, uno acaba viviendo su propia vida como si no le perteneciera, como si estuviera en este mundo para hacer a los demás más felices y no a él mismo... esas son las personas que menos se quieren a sí mismas, aquellas que no tienen fuerza suficiente para decir NO, esta es mi vida, voy a vivirla libremente, porque al final, el único con verdadero poder para juzgarme soy yo mismo, los demás al final no están en mi cabeza ni viven mi vida y mucho menos toman las decisiones por mí. ¿Acaso tengo otra vida para estar malgastándola haciendo las cosas para agradar a los demás y no a mí mismo?

Evidentemente, cada uno es libre para hacer y decidir lo que le parezca, incluso si decide no decidir nada pero es muy importante no hacer caso a la gente que no puede quererte menos, sino a la gente que te quiere y a la que realmente le importas. Aquella que te aceptará como realmente eres y no se dejará engañar por una fachada, por muy adornada que esté o bonita que parezca.

Ni somos lo que comemos, ni somos lo que parecemos... simplemente somos lo que decidimos ser y eso es todo, no hay más. El primer paso para ser feliz es aceptarte y aunque parezca que no, si te aceptas a tí mismo, muchas personas te verán tan fuerte que no se atreverán a decirte ni una sola cosa y aquellas que digan algo... al fin y al cabo, ¿qué importa? Lo más importante es no hacerle daño a nadie y punto, lo demás es cosa tuya.