Una de las cosas más bonitas que tenemos es el poder de la imaginación, el poder volar y soñar con que algún día podremos hacer lo que queramos, es decir, es un mundo de libertad.
Todos tenemos esa capacidad , de olvidar nuestros problemas, de viajar a nuestro mundo en donde realmente somos nosotros mismos, nos dejamos llevar por nuestras ilusiones más secretas, ese mundo en donde está todo aquello que queremos, en donde nosotros somos los que mandamos, donde podemos cambiar y hacer lo que queramos.
Es algo que tenemos que desarrollar, que hace más rica a la persona, que es tan importante como saber despejar una ecuación matemática, es algo que tenemos reprimido por tener la idea de que no sirve para nada, pero otro gallo nos cantaría si pusiéramos un toque de dulzura e imaginación a nuestra realidad cotidiana. Es un modo de libertad, con el cual romper con las cadenas y con la parte lógica de la vida.
No se le da importancia, se cree que solo los niños pueden imaginar pero ¿ y los mayores? ¿donde se quedan sus ansias de jugar y de soñar? ellos también tienen la necesidad de parar y volver a jugar, se merecen que les dediquemos tiempo, y hacerles que vuelvan a tener ese brillito en los ojos, arrancarles una carcajada, todos necesitamos sentirnos vivos, la imaginación lo logra.
Nos falta que el mundo real tenga pinceladas de imaginación, y tener nuestras reglas, es decir, no vale reprimirnos, hacer lo que queramos.
Esos sueños que tenemos, ¿por qué no cumplirlos?
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